Beneficios de la actividad física en la salud gastrointestinal infantil:

¿Sabías que la actividad física no solo mejora la salud cardiovascular, muscular y ósea de los niños, sino también la salud gastrointestinal? En este blog te explicaremos cómo el ejercicio regular puede prevenir y aliviar algunos problemas digestivos comunes en la infancia, como el estreñimiento, la diarrea, el reflujo gastroesofágico y el síndrome del intestino irritable.

Reduce el estreñimiento

El estreñimiento se produce cuando las heces se vuelven duras y difíciles de evacuar, lo que provoca dolor, hinchazón y malestar. Una de las causas más frecuentes del estreñimiento infantil es la falta de fibra y agua en la dieta, pero también influye el sedentarismo. La actividad física estimula los movimientos intestinales y facilita el tránsito de las heces. Además, el ejercicio ayuda a reducir el estrés, que es otro factor que puede contribuir al estreñimiento. Los expertos recomiendan que los niños hagan al menos 60 minutos de actividad física moderada a intensa al día, preferiblemente al aire libre y en compañía de otros niños.

Previene el sobrepeso

La actividad física es una de las mejores formas de prevenir el sobrepeso y la obesidad infantil porque quema calorías, fortalece los músculos, mejora la resistencia y la salud cardiovascular y favorece el desarrollo físico y mental. Según la Organización Mundial de la Salud, los niños y adolescentes deben realizar al menos 60 minutos diarios de actividad física de moderada a intensa, preferiblemente aeróbica.

Algunos ejemplos de actividades divertidas y beneficiosas para los niños con sobrepeso son las artes marciales, el fútbol, la natación, saltar a la comba, jugar al hula-hula o practicar yoga. También es importante que los niños reduzcan el tiempo que pasan frente a una pantalla y aumenten las actividades al aire libre con amigos o familiares.

De este modo, el ejercicio se convierte en un hábito saludable que mejora la calidad de vida y reduce el riesgo de enfermedades relacionadas con la obesidad, como la hipertensión, la diabetes y los problemas de salud mental.

Previene y controla el reflujo gastroesofágico

El reflujo gastroesofágico se produce cuando el contenido del estómago sube hacia el esófago, causando ardor, regurgitación, tos y dificultad para tragar. El reflujo es normal en los bebés, pero puede persistir o aparecer en los niños mayores por diversas razones, como una alteración del esfínter esofágico inferior, una hernia de hiato, una obesidad abdominal o unos hábitos alimenticios inadecuados. La actividad física puede ayudar a prevenir y controlar el reflujo al mejorar el tono muscular del abdomen y del esfínter esofágico inferior, al favorecer el vaciamiento gástrico y al evitar el aumento de peso. Sin embargo, se debe evitar el ejercicio intenso o que implique saltos o flexiones justo después de comer, ya que puede empeorar los síntomas.

Mejora la calidad de vida de los niños con Síndrome del Intestino Irritable (SII)

El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno funcional que afecta al colon y que se manifiesta con dolor abdominal, hinchazón, gases y cambios en el ritmo intestinal (estreñimiento o diarrea). El SII no tiene una causa conocida, pero se cree que está relacionado con factores genéticos, ambientales, psicológicos e inmunológicos. La actividad física puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los niños con SII al disminuir el dolor abdominal, regular el tránsito intestinal, reducir el estrés y aumentar la autoestima. Los ejercicios más recomendados son los aeróbicos, como caminar, correr, nadar o montar en bicicleta.

Como ves, la actividad física tiene múltiples beneficios para la salud gastrointestinal infantil. Por eso, te animamos a que fomentes el hábito del ejercicio en tus hijos desde pequeños y que les ofrezcas oportunidades para que se muevan y se diviertan. Recuerda que tú eres su mejor ejemplo y que juntos pueden disfrutar de una vida más sana y feliz.

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